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¿Y si tomamos un apéro?

Chandon reinventó el ritual del aperitivo con Chandon Apéritif, una mezcla de espumante con bitter, ideal para las celebraciones de fin de año o para consumir durante los after office.

Francia tiene su magia inagotable y también sus íconos, entre los cuales se encuentra el apéro. Al paso o sentados en mesitas redondas; en casa, después del trabajo, en reunión de colegas o con amigos dispuestos a regalarse un aperitivo en el bar. Sobre un balcón o terraza a orillas de un río, donde jóvenes y familias se instalan para el picnic: días de semana, sábados y domingos. El aperitivo es la palabra que designa, a la vez, el momento de encuentro y la bebida que se sirve.

La tradición del aperitivo viene del latín apertivus, derivado a su vez de aperire, que significa “abrir”. En la época antigua, los asirios y los romanos ya tomaban vinos –de palma, cocido– antes de comer. Durante la Edad Media se consumían aperitivos con fines medicinales, muchas veces mezclas de vino y hierbas aromáticas o vegetales, aunque recién a fines del siglo XIX se extendió su consumo con sus variantes según el país: wermut alemán, bitter italiano, apéro francés.


Lanzamiento auspicioso

Cuando se creía que ya no había nada que inventar en la materia, la marca líder argentina lanzó Chandon Apéritif, el primer bitter con un macerado natural y artesanal de naranjas y especias, que propone una nueva manera de disfrutar de los aperitivos. Reúne la frescura del espumante con el carácter de los aperitivos amargos, acercando a la Argentina la cultura del apéro francés: una pausa después de un largo día de trabajo para brindar con esta bebida que abre mágicamente el apetito. Un recreo que los franceses comparten cada vez que pueden como anticipo de una comida, al mediodía, a la tardecita, o a la manera del apéritif dînatoire, cena de cocina en miniatura. Además, Chandon Apéritif llega para aportar al after office argentino una impronta francesa, a través de un producto elegante e ideal para disfrutar en pareja, con amigos o compañeros de trabajo en un momento distendido.

“La Argentina tiene una vasta tradición en el consumo de amargos. Además, desde 2010 el consumo de aperitivos y bitters crece de manera exponencial: Chandon Apéritif reúne lo mejor de las burbujas y de los bitter, inaugurando una categoría diferente. Esto es un fiel reflejo del espíritu pionero de Chandon, marca líder de la categoría desde hace casi 60 años”, comentó Gustavo Perosio, Director General de Moët Hennessy Argentina.

Por su parte, Hervé Birnie-Scott, Estate Director de Chandon Argentina, agregó: “En Chandon creemos que el mundo de las burbujas de calidad tiene otros horizontes y va más allá de la clásica expresión aromática, sensorial y degustativa. Por eso, estamos orgullosos de esta nueva expresión dentro del mundo de los espumantes, ideal para exploradores de nuevas sensaciones”.

 

Foto: Hervé Birnie Scott (Estate Director de Chandon Argentina) y Gustavo Perosio (Director General de Moët Hennessy Argentina).

Chandon Apéritif

Apéritif Chardonnay, Pinot Noir y Semillón son la base de las burbujas, elaborados con uvas de viñedos a más de 1000 metros de altura en Mendoza: aportan fineza aromática, elegancia en boca y buena acidez. Con el agregado del licor de expedición, 100% natural, llega el toque mágico: un macerado de naranjas de la variedad Valencia, que llega desde la provincia de Entre Ríos. Además, se maceran por separado distintas especias de los mejores terroirs como Madagascar, India, Centroamérica y Brasil que le brindan mayor complejidad aromática y un amargor natural. Servido en copa de boca ancha, con hielo, puede ser acompañado con quesos, patés, panes, pinchos, pistachos o blinis.

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