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El impacto de la tecnología

Carlos Abril, CEO de Atos Argentina, comparte con Perspectives las conclusiones del documento "Journey 2022" editado por la compañía a nivel global y analiza cómo las nuevas tecnologías cambiarán nuestra vida laboral y personal.

La evolución de la tecnología nos está obligando a llevar adelante nuevos modelos de empleo y colaboración, así como de adquisición de habilidades y liderazgo. Con la creciente velocidad de las nuevas tecnologías que ingresan al lugar de trabajo, surgen los dilemas digitales que plantean algunas preguntas: algo que es tecnológicamente posible, ¿es la mejor manera de avanzar para los empleados, la organización o la sociedad en general? Esto se vuelve más relevante a medida que el mundo digital y el mundo real se entrelazan cada vez más.

En este sentido, la comunidad científica de Atos se propuso resolver este y otros dilemas sobre el futuro del trabajo en el reciente documento "Journey 2022". En el informe se analizan las tendencias tecnológicas que impactan en el mundo del trabajo, no solo desde las tecnologías en sí, sino también sobre la forma en que vamos a trabajar. 

Sobre robots, tecnología y nuevas formas de trabajo

Si se empieza por el lado de la tecnología, uno de los puntos interesantes de este documento es el planteo de que la inteligencia artificial y los robots probablemente no reducirán puestos de trabajo. Informes recientes estiman que para 2023 la robótica y la inteligencia artificial tomarán el 5% de los trabajos humanos. Por otro lado, el 60% de los empleos mejorará con la tecnología, sin desplazar a los humanos por completo. Sin embargo, para que esto suceda así es esencial que los empleadores brinden programas de capacitación y actualización para ayudar a que su fuerza laboral se adapte al nuevo entorno. Con la inteligencia artificial los empleados tendrán más tiempo para la creatividad, la innovación y la resolución de problemas. Es solo cuestión de tiempo para que los chatbots y cobots se vuelvan más comunes y brinden automatización y aprendizaje automático, mejorando cada vez más las tareas respectivas de bajo valor. 

Otro punto muy interesante analizado en "Journey 2022" se refiere a lo que nos ofrece la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR) en términos de nuevas formas de trabajo. Estas tecnologías desempeñarán un papel clave en la capacitación y pueden transportar la experiencia de aprendizaje directamente al individuo. Por ejemplo, ya estamos familiarizados con el trabajo de forma remota con herramientas de colaboración, pero con dichas tecnologías podremos ver y experimentar con colegas de otras partes del mundo como si estuvieran en la misma sala. 

Big data y el valor de la información

También es importante tener en cuenta el factor big data, que transformó y transformará el trabajo. Los datos han reemplazado al petróleo como el recurso más valioso del mundo. Extraer y explotar todo su potencial exige la formación de una economía de plataforma de datos conectada y colaborativa. Por esa razón, surgen cada vez más trabajos relacionados con la analítica de datos, ya que las empresas necesitan que estos se utilicen correctamente y se aprovechen al máximo. 

Veamos ahora los dilemas que surgen desde la forma en que vamos a trabajar. Por un lado tenemos los trabajos esporádicos, también llamados gig economy, que tienen duración corta y en los que cada contratado se encarga de una labor específica dentro de un proyecto. De acuerdo con la opinión de nuestra comunidad científica en Atos, estos trabajos seguirán creciendo para 2022, pero con el tiempo alcanzarán un equilibrio. Son los trabajadores quienes decidirán adoptar este nuevo formato, pero no deberían existir diferencias en cuanto a la capacitación para comprender la cultura, la ambición y la estrategia de la compañía.

Expertos de Atos sugieren que, en el futuro a mediano plazo, podríamos trabajar en compañías que todavía no existen haciendo trabajos que aún no se han inventado. Esto se vuelve real si tenemos en cuenta que muchas de las firmas que hoy son líderes no existían hace 10 años. Lo mismo sucede con los puestos de trabajo: por ejemplo, hoy vemos científicos de datos, especialistas en ciberseguridad y desarrolladores de blockchain, apenas algunos ejemplos de puestos que hace algunos años no existían.

En cuanto al equilibrio entre la vida personal y laboral, los avances y la adopción de herramientas de colaboración harán que el trabajo remoto y flexible sea una corriente principal en los próximos años. Esto no quiere decir que las oficinas tradicionales desaparecerán por completo: progresivamente las oficinas se vuelven lugares de reunión en vez de lugares de trabajo. Sin embargo, todavía es básico encontrarse físicamente. Incluso una encuesta reciente mostró que para los millennials es importante estar presente, estar en la oficina y conocer nuevos colegas en los pasillos. Para ellos, aprender de los demás y crear una red sólida es clave para progresar en sus carreras profesionales.

Esto también nos lleva a pensar en la tradicional semana laboral de 5 días y 8 horas diarias, que pasó a ser una reliquia de la era industrial. Ahora que tenemos cobots e inteligencia artificial que nos ayudan a realizar partes de nuestro trabajo, deberíamos repensar cuántas horas trabajamos cada semana. Algunos países ya están probando jornadas más cortas y los resultados muestran que, de hecho, somos más productivos si trabajamos menos. Esto crearía tiempo para el compromiso social y las actividades de bienestar, lo que contribuiría a crear una sociedad mucho más inclusiva. 

En síntesis

Una fuerza laboral ágil es la única solución efectiva a largo plazo que permite a las organizaciones responder rápidamente a la volatilidad y la incertidumbre. Los avances tecnológicos como la computación en la nube han llevado a una revolución en el lugar de trabajo. Las personas ya no tienen que trabajar de 9 a 18 si no lo desean. Esto ha provocado un cambio en las percepciones, con algunos empleados explorando rutas de carrera alternativas a la contratación. Las organizaciones tienen que prepararse para esto o arriesgarse a perder una parte de la fuerza laboral.

El trabajo pasa de estar basado en el empleo a basarse en proyectos. En el futuro habrá muchas maneras de hacer el mismo trabajo. Los trabajadores serán evaluados por su competencia para una tarea y no por su situación laboral. El futuro del trabajo se relaciona con el equilibrio: entre persona y máquina, entre trabajar de forma remota y estar en la oficina, entre trabajo y ocio, entre generaciones y género.

 

Carlos Abril es CEO de Atos Argentina, Colombia y Uruguay. Anteriormente ocupó posiciones en compañías multinacionales dedicadas especialmente al sector de tecnología. En Atos se desenvolvió como CEO en Chile, y director de Ventas del Sector Público, Salud y Transporte para Latinoamérica. Se graduó como Ingeniero Electrónico en la Universidad de Buenos Aires. 

Foto: gentileza de Atos Argentina. 

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