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El cambio empieza por casa

Dervinsa (Derivados Vínicos S.A.), empresa mendocina vinculada al sector vitivinícola y de destilería, recibió el premio a la gestión sustentable 2019

Desde la perspectiva de Stéphane Mitrani, ejecutivo francés que se desempeña como director general de Dervinsa, una gestión sus- tentable no es solo aquella que puede reputarse como amigable con el ambiente, sino que también implica el compromiso de resolver alguna de las problemáticas que afectan al mundo. “Nuestra tran- sición hacia la sustentabilidad se basó en esa idea: las empresas podemos aportar soluciones eficaces a los más graves flagelos de la humanidad si nos comprometemos a crear valor social y ambiental con la misma intensidad y dedicación con la que buscamos rédito económico”, asegura.

Según Mitrani, esto los llevó a reconectar con lo que venían haciendo históricamente –es decir, la transformación productiva de residuos de la industria enológica– pero con una energía y una intención distintas. “Fue desde esa energía que iniciamos un proceso de transformación de nuestra cultura y nuestras prácticas fundamentales. Nos planteamos desafíos que resultaban ambicio- sos y que solo pudimos lograr gradual y pacientemente, con una lectura estratégica de tiempos y capacidades. Entendimos que, si aspirábamos a que la transformación fuera un éxito para todos, debíamos diseñarla y transitarla con todos”.

Manos a la obra

El nuevo esquema llevó a que esta empresa radicada en Palmira, Mendoza, replanteara la forma de decidir y actuar a nivel interno, y así avanzar hacia un esquema de descentralización y fortalecimiento de equipos de trabajo autogestionados. De esta manera, se inició un camino de resignificación de la jerarquía, el liderazgo y el poder, y en el seno de la firma se animaron a entenderla como un sistema de colaboración que asocia e integra talentos y energías en pos de una meta compartida. “Nos propusimos objetivos e indicadores que nos ayudarían a saber que estábamos atravesando un cambio real. Algunos de estos propósitos consistieron en abrir nuestras puertas a la comunidad, trabajar con las universidades y escuelas, colaborar con organizaciones sociales y con el gobierno en acciones de bien público –como la actual lucha contra el coronavirus–, certificar las más exigentes normas internacionales de calidad y cuidado del ambiente, transparentar nuestras operaciones y mantener un diálogo permanente con nuestros públicos de interés.

El directivo galo cree que aún queda mucho por aprender, pero disfruta el cambio. Hoy, Dervinsa trabaja para liberar el potencial humano y transformar la lógica y los espacios de trabajo, que a veces demandan mucha energía y resultan opresivos. “Hoy ofrecemos una respuesta eficiente al gravísimo problema de la contaminación, al transformar residuos en insumos que vuelven al circuito pro- ductivo en un esquema circular y cuidadoso del planeta. Hemos sanado una historia larga y pesada de confrontación con el sin- dicato y hoy trabajamos juntos, con una agenda común que nos desafía a ser mejores en el rol que a cada uno le toca”. Mitrani no oculta su orgullo, ya que han logrado extender la cantidad de bosques implantados. El ejecutivo afirma que “hoy podemos decir nuestros colaboradores, porque saben que su trabajo tiene un norte y un significado positivo para el mundo. Y eso nos parece un logro estupendo”.

Dervinsa y la sustentabilidad

• La destilería es una de las más grandes de América.
• Recicla los residuos de más de 600 bodegas argentinas (unas 200.000 toneladas por año).
• Con el efluente líquido reutilizado se riegan unas 100 hectáreas de un bosque de eucaliptus, y el efluente sólido se usa como compost para los viñedos y para mejorar los suelos de otros cultivos.
• En ese bosque también se pueden encontrar zorros, liebres, patos y una gran variedad de aves.

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